jueves, 25 de noviembre de 2010

TRABAJO DE HISTORIA

INTEGRANTES:SAMUEL MANRIQUEZ MALLEA
                           BRAYAM USHAZARA
                           FRANCISCO CANOBRA
                           MIGUEL SANDOVAL
CURSO:3ºD
PROFESOR:ALEXIS DIAS
MATERIA: HISTORIA Y GEOGRAFIA

martes, 16 de noviembre de 2010

Los sucesos de los siglos XIV y XV en cuanto origen de los hechos del siglo XVI

ÉPOCA DE TRANSICIÓN DE  PROGRESO Y DE CRISIS
 Los enfrentamientos del siglo XIII entre papas y emperadores alemanes fueron uno de los factores que quebraron el sistema de la Cristiandad medieval. La crisis del imperio coincidió con el auge de los nuevos estados nacionales, con los que tuvo que contar el papado. Pero no se inició entonces una simple crisis política, sino un verdadero cambio de orientación que preludiaba una nueva edad. Los cambios aparecieron en muchos terrenos. En el ámbito geográfico se expandieron los límites del mundo medieval con los nuevos descubrimientos y viajes que culminaron con la llegada a América. En el ámbito político se inició un proceso particularista y centralista que imitaron todos los estados, incluido el papal. Pero este centralisrno coincidió con no pocos ataques a la forma misma de entender el papado y las relaciones entre el poder temporal y el espiritual. En el terreno cultural los comienzos del renacimiento se dan en un ambiente de aprecio por la ciencia entendida en sentido modemo y con la popularización del saber, sobre todo a partir de la difusión de la imprenta. Pero quizá lo más significativo de todo el período sea el afán de reforma dentro de la Iglesia, tanto en la cabeza como en los miembros. Aunque los Concilios de estos siglos hicieron planes reformadores y algunos grupos dentro de las órdenes religiosas empezaron a ponerlos en práctica, se llega al siglo XVI sin apenas avance.

EL TRASLADO DEL PAPADO
  El símbolo del deseo de reforma y de la dificultad de aplicarla que se dio a fines de la Edad Media puede ser el ermitaño Pedro Morone, elegido papa con el nombre de Celestino V, quien, a los cinco meses, consciente de su incapacidad para gobernar la Iglesia, renunció. Le sucedió Bonifacio VIII (1294-1303), tan convencido de la supremacía del poder espiritual sobre el temporal, que intentó llevarla a la práctica sin apreciar que era ya una teoría anacrónica. En la Bula Unam Sanctam (1302) no sólo consolidó la teocracia pontificia, sino que intentó imponérsela a Felipe el Hermoso de Francia, quizá el monarca más secular de la época. El enfrentamiento terminó con la prisión y afrenta del papa en Agnani a manos de Guillermo de Nogaret, consejero de Felipe el Hermoso. Un mes más tarde moria Bonifacio VIII y al poco después su sucesor, Benedicto XI que había iniciado un eficaz proceso de conciliación. El cónclave resultó tan dividido que duró once meses sin resultados y terminó por elegir al arzobispo de Burdeos, Clemente V (1305-1314), que tras un período errabundo se instaló en Aviñón (1309). Se inició así la llamada "cautividad de Babilonia", en la que el pontificado tuvo una clara impronta francesa: lo fueron los siete papas que allí se sucedieron y el noventa por ciento de los cardenales. Los Estados de la Iglesia italianos quedaron en la anarquia, lo que hizo que la corte aviñonense organizase un sistema fiscal tan eficaz como impopular, que dañó el prestigio papal.
 
DOS PAPAS A LA VEZ
 El regreso de los papas a Italia, instado por muchas voces, se hizo posible tras la pacificación de los Estados pontificios. Gregorio XI (1370-1378) se trasladó a Roma en 1377, pero no se inició la normalización esperada, sino que, a su muerte se inicia un período aún más confuso que el de Aviñón. El cónclave se realizó en medio de las presiones del pueblo de Roma que rechazaba la posibilidad de un nuevo papa francés. Con cierta rapidez se eligió al italiano Urbano VI (1378-1389), acatado como Papa por los cardenales en los primeros meses hasta que se separaron de él, declararon inválida la elección por haber votado sin libertad y eligieron como nuevo papa a Clemente VII (1378-1394) que se instaló en Aviñón. Ambos papas se excomulgaron y se inicio el cisma de Occidente, que en realidad sólo manifestaba la dificultad de saber quién era el papa legítimo.
 
 EL ANTI-PAPA
  El Concilio de Constanza había conseguido acabar con el Cisma, pero los decretos conciliaristas despertaron recelos y no fueron confirmados por el nuevo Papa. El inevitable enfrentamiento se produjo durante el pontificado de Eugenio IV (1431-47) en el Concilio de Basilea (1431-32). Este Concilio, iniciado regularmente, pero continuado en circunstancias anómalas, se fue radicalizando hasta ser una asamblea de clérigos que terminaron rompiendo con el papa, deponiéndolo y eligiendo un antipapa. Eugenio IV condenó tanto a los reunidos en Basilea como a la doctrina conciliarista. El grupo cismático se desintegró sólo y la teoría conciliarista cedió frente al primado romano.

EL PAPADO EN AVIGNON

En la historia de la Iglesia Católica Romana, el Papado de Aviñón fue el periodo entre 1309 y 1377 durante el cual siete papas residieron en Aviñón:
En 1378, el papa Gregorio XI trasladó de nuevo la residencia papal a Roma y allí murió. Debido a una disputa sobre las posteriores elecciones, una facción decardenales estableció un nuevo antipapa en Aviñón:
Éste fue el periodo problemático, entre 1378 y 1417 al que los historiadores católicos se refieren como el «Cisma de Occidente» o, «la gran controversia de los antipapas» (también llamada «el segundo gran cisma» por algunos historiadores seculares y protestantes), cuando se crearon facciones dentro de la Iglesia Católica por su lealtad a los diversos aspirantes al Papado. El Concilio de Constanza en 1417 resolvió definitivamente la controversia.
Los Estados Pontificios (hoy limitados a la Ciudad del Vaticano) incluían entonces a Aviñón y al Condado Venaissin en el sudeste de Francia. Siguieron siendo parte de los Estados Pontificios hasta la Revolución francesa: convirtiéndose en parte de Francia en 1791.

LA CRISIS DEL SIGLO XVI


El período de crisis por la que pasó Europa en el siglo XVII  fue uno de los más duros de la historia. No sólo por la regresión económica de ese momento, sino por el enorme descenso demográfico sufrido, impactos ambos, que se dieron principalmente en la zona mediterránea. Una crisis, que lamentablemente se pudo haber evitado de haber tomado las precauciones correctas.
Luego del proceso de expansión vivido durante los siglos XV y XVI, Europa se fundió en una profunda crisis que duró casi un siglo. Una crisis que la caracterizan diversos rasgos, siendo el principal el demográfico, ya que desde finales de la Edad Media la población había aumentado continuamente, hasta que se detiene bruscamente en el siglo XVI llegando incluso a retroceder en muchos lados.
Magdeburgo, ciudad clave durante la Guerra de los Treinta Años y aquí se representa el día a día europeo de ese entonces
Los motivos de este estancamiento fueron el hambre, las guerras y sobre todo, la peste, una enfermedad que se creía superada luego de que en el siglo XV arrasara con casi la mitad de la población del continente, pero que rebrotó con mayor virulencia agregándole esta vez, otras enfermedades mortales como el tifus y el cólera.
El hambre se debió a una secuencia de malas cosechas, ya que la agricultura era la principal actividad económica, pero sin embargo no se desarrollaron nuevas técnicas para aumentar así la producción. Una producción que debía aumentarse ya que el aumento considerable de la población los siglos anteriores exigían una mayor demanda, lo que provocaba que todo lo que se producía, era consumido inmediatamente.


Por este motivo no sólo el hambre afectó a una gran cantidad de la población, sino que disminuyeron enormemente los matrimonios, descendiendo consigo la tasa de natalidad. Pero a esto se debe agregar que la mala alimentación acarreaba enfermedades y epidemias, las mencionadas anteriormente.
Las guerras fueron el tercer factor determinante en esta crisis, ya que no solo debemos contar las muertes por influencia directa de las batallas, sino que los daños provocados en otros campos, como pueden ser las cosechas y el aumento de las cargas fiscales colaboraron en esta crisis.
A modo de ejemplo, la Guerra de los Treinta Años (foto, Gustavo II Adolfo, rey de Suecia), que tuvo a Suecia y Alemaniacomo protagonistas,  produjo que algunas regiones perdieran hasta un setenta porciento de su población e incluso más, como la ciudad alemana Saco de Magdeburgo, que pasó de 30.000 habitantes a 5.000, y al finalizar la mencionada Guerra quedó con menos de 1.000.
Otro de los factores determinantes fue lacrisis económica, cuando se provocó un retroceso general del comercio, luego del auge provocada por la abundancia de metales preciosos, lo que permitía que los precios subieran ya que existía una gran demanda de productos. Pero en este siglo los precios oscilaron permanentemente, perjudicando así a gran parte de la población, aunque algunos lograron prosperar, como los burgueses que acrecentaron su importancia comparados con otras clases sociales.
pero este impacto fue bastante desparejo y unas zonas fueron más afectadas que otras. La peor parte se la llevó la mediterránea, que dejó de ser el centro de desarrollo económico, mientras que Italia y la Península Ibérica ingresaron en un gran período de decadencia. Entretanto Francia vivió una situación intermedia, ya que mientras políticamente adquirió una gran influencia a nivel continental, económicamente quedó muy rezagada ante Inglaterra, que se comenzaría a afianzar como potencia mundial. Y esto es debido a que en este país, como en los Países Bajos, y Suecia, la crisis no fue tan significativa.
Pero, ¿que sucedió para que esto aconteciera? la respuesta es simple ya que debemos comprender que pese al desarrollo de la industria y el comercio en los siglos anteriores, la agricultura seguía siendo el factor económico determinante, y casi toda la población vivía aislada en el campo consumiendo lo que ellos mismos producían.
Mientras tanto, los acaudalados adquirían puros bienes santuarios, por lo que este dinero no era reinvertido en el desarrollo y la producción, sino que era más bien invertido enpréstamos a las monarquías absolutas, que muchas veces las invertían en guerras, o si no en productos de lujo y otros fines no tan productivos.
Y si queréis buscar un ejemplo claro y práctico, no hay uno mejor que el de Italia(foto, Galileo Galilei, astrónomo italiano). Allí durante los siglos anteriores se desarrollaron las primeras industrias textiles, las que tenían un rotundo éxito, pero ya desde el siglo XVI se dedicaron a proveer exclusivamente a las cortes con productos de mucho lujo, y las ganancias obtenidas eran invertidas por los comerciantes en propiedades agrarias y por supuesto, en préstamos para los reyes y nobles.
Esto llevó a que no se invirtieraabsolutamente nada en la industria, llevando al final a una crisis económica muy profunda, cuando ese país tuvo la gran oportunidad de transformarse en una potencia en ese momento, y de haber sido así, ¿quién se anima a predecir como pudo haber continuado la Historia?
Ahora, el mayor caso de lo inverso es Inglaterra, donde se fomentó el desarrollo de la agricultura y una enorme producción industrial que favorecieron en definitiva, la expansión comercial de ese país, principalmente gracias al empleo del comercio ultramarino.
Así es como encontramos a dos países que tomaron decisiones completamente opuestas y vemos el resultado obtenido por unos y por otros. Y si vamos a la realidad, y traspolamos esto hasta hoy en día, podemos ver que muchas diferencias aún se notan, y los comienzos de este presente los podemos hallar en este período histórico.
Este fue el panorama de Europa en el siglo XVII y su profunda crisis, con sus causas bien delimitadas al igual que los resultados obtenidos por la mala administración de los ingresos. A su vez podemos obtener una conclusión personal de todo esto, y se da con nuestras propias finanzas…muchas veces es mejor no malgastar el dinero obtenido, para así evitarnos problemas en el futuro, y que no se me malinterprete que tampoco debemos ser avaros, sino  simplemente, más cuidadosos, y más con la situación económica mundial de estos tiempos…

CONCEPTO, ORIGENES Y CAUSAS DEL RENACIMIENTO

Concepto de Renacimiento

Se denomina Renacimiento al periodo de la historia europea, caracterizada por un renovado interés por el pasado grecorromano clásico y especialmente por su arte. Con el Renacimiento, el hombre centra toda su actividad, en el hombre como tal, es decir después del aletargamiento medieval el hombre piensa ahora con una libertad de espíritu, que le conducirá a la libertad de pensamiento, el culto a la vida y el amor a la naturaleza son otros aspectos importantes, además el Renacimiento estableció como fuentes de inspiración el equilibrio y la serenidad. Pero lo más característico de esta época es la separación entre lo cí vico y lo religioso.

1.1. Humanismo en el Renacimiento

Es la manifestación ideológica y literaria del Renacimiento. Los hombres del Renacimiento trabajaron con mucho entusiasmo en estudiar metódicamente las obras de la antigüedad, explorando ruinas, exhumando manuscritos y salvando de su destrucción valiosos documentos. Para ello recibieron la protección de príncipes y Pontífices, que les estimularon en sus investigaciones.

Primeramente se sintió interés tan solo por los autores y el arte latina, pero pronto se llego a su fuente, o sea al arte y la cultura griega. Así se desarrollo una mentalidad erudita, critica y apasionada por las ciencias y las artes, que se centro en el hombre y sobrestimo los valores humanos, de ahí el nombre de Humanismo.

La sobrestimación de estos valores y los descubrimientos geográficos y técnicos, crearon el orgullo y el individualismo del hombre renacentista. El Humanismo, tuvo sobre todo un carácter literario donde Dante y Boccaccio son considerados como precursores del mismo. Petrarca es considerado como el primer humanista.

1.2. Que fue el Renacimiento

Se denomina Renacimiento al movimiento cultural que surge en Europa el siglo XIV, y que se muestra como característica esencial su admiración por la antigüedad grecorromana. Este entusiasmo, que considera las culturas clásicas como la realización suprema de un ideal de perfección, se propone la limitación en todos los ordenes, lo que explica el calificativo de Renacimiento, pues en verdad, se trataba de un renacer, de un volver a dar vida a los ideales que habían inspirado aquellos pueblos.

El Renacimiento, desde luego no fue una simple exhumación de las artes antiguas. El interés por el arte grecorromano fue una consecuencia. En principio, se aspiro a una renovación en todas las parcelas de la cultura humana, filosofía, ética, moral, ciencia, etc... encaminada a la hechura de un hombre que fuera comprendido y resumen de todas las perfecciones físicas e intelectuales. El hombre integral, el genio múltiple, en el que se concilian todas las ramas del saber en una actitud fecunda, fue la gran creación del Renacimiento que cristalizo en figuras que mantienen viva la admiración atravez de los tiempos, como un Leonardo da Vinci, un Miguel Angel, un Rafael.

Orígenes del Renacimiento

El renacimiento tuvo su origen en Italia en los siglos XIV y XV, llegando a su apogeo al iniciarse el siglo XVI. De Italia se extiende lentamente por Europa excepto Rusia. A lo largo de los cincuenta años que van desde 1520 a 1570, discurre la madura plenitud del Renacimiento y también se percibe su ocaso. Toda la Europa de Occidente toma parte ahora en el movimiento de las artes y de las letras. La recepción de los gustos italianos se generaliza, los grandes maestros surgen ya no solo en Italia, sino en todo el ámbito de las monarquías occidentales.

Pero el desarrollo normal de la cultura renacentista se ve afectada por el hecho simultaneo de las luchas religiosas derivadas de la revolución protestante. Así, en Alemania, se corto el brote renacentista, al igual que en Francia con las guerras civiles de la segunda mitad de quinientos. Además en los países adheridos a las confesiones protestantes, el credo iconoclasta de los nuevos evangelios suprimió la ocasión de ejercitar el mecenazgo eclesiástico y, al menos en la pintura y la escultura, suprimió la temática abundante de los motivos iconográficos, con la rara salvedad de los temas bíblicos.

2.1. La extensión de la cultura

Gracias a la creación de universidades, escuelas y a medida que nos adentramos en el quinientos, la arquitectura Italiana y la estatuaria se abren camino en diferentes países europeos: en Inglaterra muy lentamente, pues el crisma religioso alejara de ahí a los artistas italianos que habían sido llamados a trabajar en el país y eran los mas capacitados propagadores de la renovación artística; en los piases escandinavos se daban también algunas muestras esporádicas, debido al mecenazgo de los reyes; hasta en Polonia y en la Rusia, Ivan III se recogía las ondas del arte italiano.

En Francia se hace más extensa la recepción del arte y la cultura italiana. Durante época de Francisco I continua la construcción de suntuosas edificaciones. De entonces data el castillo real de Chambord, el palacio preferido del rey para sus cacerías, pues aquellos castillos no tenían ningún fin militar. En 1546 comienza Pedro Lescot la contracción del Louvre, que seria el monumento triunfal de la arquitectura renacentista francesa, y poco después Delorme levantaría las Tullerias.

En España es donde, fuera de Italia, el arte del bajo Renacimiento ha hecho más considerables progresos. Teniendo ya el gusto italiano durante el reinado de los Reyes Católicos, mas o menos combinando con un estilo local, la arquitectura continua ahí por los mismos cauces bajo Carlos V. Durante el reinado de Felipe II se depura mucho el gusto, se impone la sobriedad ornamental. El arte oficial de Felipe II favorece esta tendencia, Pedro de Toledo y Juan de Herrera son los grandes arquitectos de El Escorial, su obra cumbre.

LA PINTURA EN ITALIA Y SUS AUTORES

Llegada del Renacimiento a Italia

Con la llegada del Renacimiento apareció una nueva e influyente clase social constituida por los humanistas. Hasta entonces, la Iglesia había condicionado toda la vida cultural, pero ahora la ciencia llegaba directamente al ciudadano, gracias al aristotelismo, en boga durante los comienzos del Renacimiento. Ésta filosofía fue cediendo terreno al platonismo y el arte empezó a basarse sobre la propia ciencia. La geometría y otras ramas de las matemáticas ocuparon un lugar esencial en la nueva concepción de la cultura, se desecho el arte puramente lineal y se busco con ahínco la forma tridimensional.

La pintura italiana de los comienzos del siglo XV es todavía narrativa y escoge los muros de las Iglesias. La técnica, en especial con el fresco, es de gran sencillez. Sin embargo, con la pintura al óleo, el artista abandona la limitada temática religiosa y se complace en mostrar el esplendor de la forma, la luz y el espacio infinito.

El quattrocento

Durante el siglo XV, la Florencia de los Medicis vivió un momento culminante de la pintura.

Fra Angélico represento los primeros esbozos del Renacimiento, de su maestro Fray Lorenzo de Mónaco asimilo el brillante colorido. Toda la temática es religiosa y lo más notable de las obras, frescos y retablos, se encuentran en el convento de San Marcos, en Florencia.

Masaccio represento mucho en la conquista de valores táctiles. Gran parte de sus obras se han perdido, pero aun se pueden admirar los frescos que realizo en la Iglesia del Carmen de Florencia.

Fra Filippo Luppi realizo bellísimas Madonas. A Andrea del Castagno se le deben los frescos del convento de Santa Apolonia, los más monumentales del arte Florentino. En éste artista se nota la influencia del escultor Donatello y del pintor Masaccio.

Las escuelas

SIGLOS XIII-XIV. EL TRECENTO

Escuela Florentina

El primer pintor de quien se tiene datos es Cimabue, del que se conservan dos tablas con igual motivo: Una Virgen, en asiento de marfil, con el niño en brazos y rodeada de ángeles. Hay evidentes vestigios bizantinos, tanto en la simetría de la composición como la expresión asombrada de los rostros, y el oro profuso del fondo. Giotto de Bondone, se le debe el estudio directo de la naturaleza. Sus figuras poseen emoción y movimiento. Sus obras más importantes son los veintiocho frescos que tiene la Iglesia San Francisco de Asís.

Escuela Sienesa

Duccio di Buonisegna, es el primer pintor sienes importante. Su obra capital es la Madona para la catedral, en la que trata de introducir alguna expresión y realismo, aunque siga muy apegado a la rigidez iconita del arte bizantino. Su discípulo mas celebre fue Simone Martini, sabe dar a sus figuras más gracia y soltura, como lo revela la encantadora Anunciación, del museo de los Oficios.

SIGLO XV. EL CUATTROCENTO

Escuela Florentina

Los artistas Gentile da Fabriano, Paolo Ucello y Andrea del Castagno aportaron nuevos conocimientos y técnicas, y se plantean problemas de representación visual, como el de la perspectiva, que fue una preocupación dominante entre los pintores de la época. Sin embargo, el arranque de toda la pintura moderna es la obra de Masaccio, pintor que en su fugaz existencia dejo ver las posibilidades de su talento en unos frescos que pinto en la capilla Brancarrio de la Iglesia del Carmen, en Florencia. Muchas son las cualidades que hacen de esta pintura un hito: El estudio directo de la naturaleza, la fuerza de la pincelada, el impresionismo de efectos, la ilusión de luz, la expresión humana de los gesto. Por primera vez en la pintura el aire envuelve a los cuerpos y se siente una atmósfera real. Masaccio observa la degradación de los colores por la distancia y se nota la influencia que la calidad de la tela tiene en la estructura de los pliegues. Interesado en hacer una pintura sólida, Masaccio rechaza los colores brillantes y emplea blancos y negros para modelar los cuerpos. De Masaccio parte la línea realista que, accidentalmente seguirá la pintura italiana al alejarse del idealismo.

Los últimos grandes artistas del siglo se resienten en la sensualidad del ambiente y buscan inspiración en los temas mitológicos paganos que caracterizan el Renacimiento. Los mismos temas piadosos pasan a ser un pretexto para mostrar el fausto de la alta burguesía florentina. Sus paisajes son muy a menudo las amenazas campiñas toscanas, los de brillante corte de los Medicis, y sus escenarios urbanos, los asuntos palacios de la época.

Sandro Botticelli, también protegido de los Medicis, pinto alegorías de refinada sensualidad en las que reflejaba el gusto paralizante de sus mecenas. Botticelli mantiene un estilo cortado, ceñido, que se basa naturalmente en un dibujo firme, que aísla la figura con todo rigor. Los cuerpos, deformados por una estilización que busca mas que nada el ritmo plástico, tiene sin embargo, una gracia particular que encuentra su razón de ser en le apariencia de ingravidez. Las figuras de Botticelli carecen de peso y dan la impresión de moverse flotando sin tocar el suelo. Realizó también unos frescos en la capilla Sixtina y una serie de ochenta dibujos para ilustrar la divina comedia.

Escuela de Perusa

A la elegancia un poco dura de Florencia, aparece Piero de la Francesa, su principal representante, se intereso mucho por los problemas del claroscuro y perspectiva; en particular le apasionaron los luminosos, pero no tanto por el efecto de la luz sobre las cosas, como por la naturaleza de las mismas. Sus ensayos en este sentido llegan a dar la sensación de que sus figuras están modeladas en material dotada de luz propia, intima, radiante. Los frescos como la Leyenda de la Santa Cruz, en el ábside de la Iglesia de San Francisco, en Arezzo, son una obra de arte en luminosidad.

Su discípulo Melozzo de Forli es celebre por sus ángeles músicos. Otro gran pintor de la escuela es Pedro Vanuci, llamado el Perugino, artista que en su tiempo gozo de larga fama. La dulzura de la luz general del cuadro, el dibujo irreprochable de la figura y la poesía de sus paisajes de fondo, justifican el nombre de Perugino, que hubiera podido lograr más duraderos laureles si no se hubiese dejado llevar por un sentimentalismo que hace amanerada su pintura. Sus obras más importantes son los frescos de la Capilla Sitian y los de la sala de Cambio, en Perusa, su patria.
Escuela Veneciana

Ésta escuela que empezó tardíamente sobrevive a las de Florencia y Roma, agotadas en el siglo XVI. En siglo XVII aun nos sorprende con un narrador espléndido, como Tiepolo, gran colorista y con Guardi y Canaleto, que nos retratan la vida pintoresca de la Venecia dieciochesca. El apogeo artístico de Venecia corresponde al siglo XVI, pero ya en este destacan Gentil Bellini y su hermano Gian Bellini, que combinan las ganas encendidas de Ticiano con un difuminado a lo Leonardo. Un pintor siciliano establecido en Venecia, Antonello de Mesina sobresale por el fuerte realismo de sus retratos, mientras que Capaccio, autor de la Leyenda de Santa Ursula, se distingue en la realización de vastas composiciones de genero.

Escuela de Padua

El nombre de Andrés Mantegna sirve por si solo para dar prestigio a esta escuela. Interesado en las cuestiones de la representación visual del objeto, Mantegna presenta con frecuencia en sus cuadros una dificultad perspectiva, que resuelve con elegancia. Sus impecables escenarios arquitectónicos, tomados de la antigüedad, ofrecen puntos de fuga muy a ras del suelo, huidas de línea hacia el centro del cuadro en prodigiosa ilusión de profundidad. Los escorzos de sus figuras son, por el mismo motivo, violentos y de complicada resolución dibujistica, como el extraordinario Cristo Muerto.

SIGLO XVI

Escuela Milanesa

Cuenta con un solo nombre, Leonardo da Vinci, no fue solo pintor, dejo escritos interesantes sobre ingeniería, química, y otras ciencias; escultor, músico, escritor. La suavidad de las formas, la delicadeza del color, el esmero en el detalle, el exquisito difuminado, el famoso esfumado Leonardesco, la conjunción de sensualidad, la expresión lejana de sus ojos de gruesos párpados, y la de las manos, elegantes y finas, son notas inconfundibles de su estilo.

Los problemas técnicos torturaron a Leonardo toda su vida. Por eso sus obras son escasas, y algunas a punto de perderse por el deterioro de los materiales de empleo. Pocas pinturas habrán suscitado más comentarios que la celebre Gioconda, de su corta producción se puede citar Santa Ana, La Virgen de las Rocas y La Ultima Cena pintada para el refectorio del convento de Santa María de las Gracias en Milán.

Escuela Romana

Los más importantes son: Rafael Sanzio y Miguel Angel.

Rafael, aunque vivió poco, dejo una obra vasticima que significa la síntesis de las mejores cualidades de los pintores precedentes, unificadas y reavivadas por u autentico genio de la fabulación plástica. De Masaccio aprende Rafael a dar equilibrio a las figuras, de Leonardo la pureza del dibujo y los secretos del difuminado; de Fra Bartolome la firmeza de la composición. Pero la gracia, la riqueza narrativa, los traía el, para dar realidad a la constante idea del Renacimiento.

Como retratista, ocupa un lugar eminente: Retratos de Julio II, de la Fornaria, Baltasar de Castiglione, etc., dotados de una aguda penetración psicológica. Pero a las obras son sus Madonas, de un naturalismo idealizado: Madona del Jilguero, Madona de la Silla, Madona de la Paz, La Bella Jardinera, etc...

La obra pictorica de Miguel Angel responde también a esa tendencia a lo grandioso, a lo dramático y exasperado que hemos visto en sus esculturas. Miguel Angel transplanta al campo de la pintura los medios expresivos de la estatuaria. La máxima ilusión de relieve, el además esforzado, el gesto patético, caracteriza el estilo pictórico de Miguel Angel.

Su obra maestra, el techo de la Capilla Sixtina, es una majestuosa interpretación del Génesis, en el que se agitan más de trescientas figuras de tamaño mucho mayor que el natural. Años más tarde, en la pared frontal de la misma Capilla, pinto su tremendo Juicio Final.

El cinquecento

El siglo XVI, señala el apogeo de la pintura renacentista italiana y constituye una de las épocas más brillantes del arte universal. No podía ser de otra manera con la coincidencia en el tiempo y en el espacio de maestros de la talla de Leonardo da Vinci, Miguel Angel, Rafael y Corregio.

Así como Florencia ejerció la homogénea artística en la centuria anterior, ahora es Roma la que irradia al mundo entero el poderoso influjo de estos artistas. Los pintores posteriores se limitaron a seguir las normas trazadas por los grandes maestros.

Solamente Venecia mantuvo un estilo original, basado en el intenso cromatismo y en una pincelada ancha decidida que buscaba llegar a una especie de vibración luminosa de colores. Hasta cierto punto esta ciudad permaneció al margen de la creación artística de los grandes maestros romanos.

Principales artistas

Los principales artistas de la época fueron los siguientes:

Sandro Botticelli

Nació en Florencia en 1445 como Alessandro di Mariano Fillipepi Fue acusado anónimamente en 1502, ante la Uffiziali di Notte, la institución ante la cual los ciudadanos Florentinos podían denunciarse mutuamente por crímenes reales o imaginarios, por un acto de sodomía con uno de sus ayudantes. Independientemente que la denuncia fuese basada en hechos ciertos o no, hay un dato significativo de la vida de Botticelli: Nunca se marcho del hogar familiar. Otros detalles que hablen de su sexualidad pueden encontrarse en sus obras: Sus bellísimos ángeles, de sexualidad ambigua, abrazándose entre ellos...

Leonardo da Vinci


Nació en 1452 y a los 24 años fue objeto de una denuncia anónima por practicas homosexuales. La acusación involucraba a un prostituto de 17 años, Jacopo Saltarelli, del cual se decía que había tenido relaciones con varios hombres, incluidos Leonardo y su maestro Verrochio. Aunque todos fueron declarados inocentes, el interés sexual de Leonardo se centraba en hombres más jóvenes, a muchos de los cuales contrataba como ayudantes. Uno de ellos fue Salai que según Vassari era un joven de belleza y gracias extraordinarias, con un hermoso cabello que llevaba en bucles, y que encantaba a su amo. Al parecer Leonardo mimo y consintió a Salai perdidamente. En 1497, ante una carta factura de ropa del muchacho, el pintor escribió, "Esta es la última vez, querido Salai que te doy más dinero". Sin embargo vivió con el otros 18 años más. Formo otras amistades intimas con sus ayudantes, lo que hace pensar que los escogía por su apariencia física. Francesco Metzi vivió con Leonardo hasta su muerte y heredó gran parte de sus bienes.

Miguel Angel Buonarroti

Tenia 57 años cuando conoció a Tommaso Cavalieri en el verano de 1532 en Roma. Hermoso y de aguda inteligencia, Cavalieri tenia poco más de 20 años y procedía de una influyente familia romana. El amor apasionado de Miguel Angel por Tommaso se describe en sonetos que tratan tanto del amor físico como espiritual.

La relación entre Miguel y Tommaso responde al ideal platónico de un hombre maduro que ama a otro mucho más joven. Es posible que Tommaso no respondiera a la pasión del genio. No obstante la relación duro 30 años hasta que el artista murió.

Rafael Sanzio

Nació el 6 de febrero de 1483 en Urbino, su primer maestro fue su padre Giovanni, quien era pintor de la corte de Urbino, pero su adiestramiento formal se lleva a cabo en el taller de Pietro Perugino.

Llego a Florencia en 1504, cuando el Renacimiento llegaba a la cúspide de su esplendor, el pintor busco aprender nuevas cosas en la ciudad, así fue como Miguel Angel tomo la severidad y la fuerza en el dibujo, y de Leonardo el claroscuro esfumado.

En 1548, Rafael dio inicio a una obra importantisima: "Transfiguración"; esta presenta una visión ausente en los anteriores trabajos del artista. No alcanzo a terminarla y el día de su entierro a la cabeza de su ataúd estaba la inconclusa "Transfiguración".

LA PINTURA EN OTROS PAISES EUROPEOS

Impacto del Renacimiento en Europa

El impacto fue el siguiente:

España
Aunque la pintura española de la baja edad media acusa el influjo de las escuelas Sienesa y Florentina, hasta el siglo XVI no puede hablarse de una arte contemporánea renacentista. Algunos pintores españoles viajaron a Italia, mientras que artistas italianos fueron a la Península Ibérica, y este intercambio unido a la influencia de los maestros Flamencos, permitió la divulgación de las nuevas tendencias estéticas.

Portugal
Durante el siglo XVI, Portugal contó con una escuela pictórica que se movió dentro de las normas del arte Flamenco, pero acabo nacionalizándose. Los retratos de la iglesia de San Francisco están firmados por Francisco Enríquez de quien apenas se tiene noticias.

Alemania
En la primera mitad del siglo XVI, Alemania cuenta con varias figuras de primer nivelen la pintura universal. Los artistas trabajan en este país para los burgueses y no para los de la corte, y en el arte del grabado se encuentran abundantes temas civiles para complacer precisamente a esta clase social.

Países Bajos

La influencia italiana también alcanzo a estas tierras, reflejándose en los diversos trabajos de los grandes maestros Flamencos. Avanzando el siglo XVI, como la escuela de brujas había perdido la importancia que tenia, la de Amberes la sustituyó en el lugar que ella ocupaba.

Francia

La pintura Francesa de esta época se caracteriza por la acción de corrientes distintas: La italiana y la flamenca. Aunque en Francia residieron temporalmente Leonardo da Vinci y Andrea del Sarto, en realidad la influencia italiana se produjo en este país a raíz de la llegada de los manieristas que difundieron el estilo de Parmesano y de Rafael.

EL RENACIMIENTO (INTRODUCCIÓN)

Hasta llegar el siglo XVI las diferentes civilizaciones artísticas de Occidente se habían sucedido sin sobresalto. En siglo XV, Gótico y Renacimientohabían vivido uno al lado del otro, en buena forma. Pero, a partir de del siglo XVI, el arte occidental se dividirá en fuerzas contradictorias que escondenideologías diferentes.
Dos figuras vienen a encarnar las ideologías opuestas: Erasmo y Lutero, el humanista y el profeta, el conciliador y el revolucionario. Erasmo sueña conhacer entrar el Panteón en el Paraíso. No viendo sino lo que las cosas tienen de común, lo intenta todo por salvar la unidad espiritual de Europa. Luteroel hombre sediento de Dios, resucita del viejo fondo de la Edad Media la imagen del hombre débil, el hombre gimiente bajo el destino pecador que le impone un Dios terrible.
Italia se encontraba dividida por estas dos fuerzas. Sobre una base intelectual en Roma y sensible en Venecia, Rafael y Tiziano definen las leyes del clasicismo, que subordina el conjunto de la obra al equilibrio de todas sus partes entre sí, lo que hace que se atenúen los rasgos y la expresión, nace de esta ruptura de equilibrio una desesperación que atormenta los cuerpos y asombrece los rostros. Tales exigencias de la expresión, sabrá mantenerlas Miguel Angel dentro de los limites de la belleza, y ahí radica su milagro.
De la confusa mezcla del clasicismo con el barroquismo, nace en Italia una crisis conocida bajo el nombre de "manierismo". Salvo la escuela veneciana, las demás escuelas quedaran afectadas por esta crisis, conduce a los artistas a la extravagancia en los gestos y las expresiones, al alargamiento desmesurado de las proporciones y a las contorciones en las actitudes.
Sin embargo el prestigio de Roma impuso el Renacimiento, y Europa se hallaba en un dilema, que era esquivar los temibles modelos de Miguel Angel, Rafael o Leonardo ya que se esta imponiendo el italianismo, es decir con el manierismo se estaba desplazando al gótico flamígero. Esta crisis favoreció a la proliferación del manierismo en Amsterdam (Países Bajos), Leyden (Holanda), Amberes (Bélgica), Fontainebleau ( Francia), Basilea (Suiza), en el Danubio y en la Península Ibérica.
Apenas asimilado el Renacimiento, Europa en una revisión general de los valores, hallara una madurez definitiva que, tras una nueva crisis de crecimiento, permitirá que el siglo XVII, se pueda convertir en el siglo de oro europeo.
Este movimiento que tiende a crear un nuevo humanismo cristiano, pertenece precisamente al siglo XVI, durante este extraordinario siglo se incubo unmundo de ideas, de formas y de sentimientos contradictorios.

martes, 9 de noviembre de 2010

Humanismo (pequeña introducción)

El humanismo es un movimiento intelectual, filológico, filosófico y cultural europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en el siglo XIV en la península Itálica (especialmente en Florencia, Roma y Venecia) en personalidades como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Buscan la Antigüedad Clásica y retoma el antiguo humanismo griego del siglo de oro y mantiene su hegemonía en buena parte de Europa hasta fines del siglo XVI, cuando se fue transformando y diversificando a merced de los cambios espirituales provocados por la evolución social e ideológica de Europa, fundamentalmente al coludir con los principios propugnados por las reformas (luterana, calvinista, etc.), la Contrarreforma católica, la ilustración y la Revolución francesa del siglo XVIII. El movimiento, fundamentalmente ideológico, tuvo así mismo una estética impresa paralela, plasmada, por ejemplo, en un nuevo tipo de letra, la redonda conocida como letra humanística, imitada de la letra uncial latina antigua, que vino a sustituir poco a poco a la letra medieval.